Te conviene una gestión de activos de TI de forma remota

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Uno de los factores determinantes para el éxito de una organización es la seguridad, el rendimiento y la disponibilidad de su infraestructura de TI. Los ejecutivos quieren garantizar que sus servicios de monitoreo de red sean capaces de identificar una emergencia en el momento en que sucede o, mejor aún, puedan reconocer las señales de problemas y tomar medidas para evitar que ocurran. En pocas palabras, que la gestión de activos este cubierta en todas formas, incluso de forma remota.

Una solución puede ser considerada rentable: cuando la red de negocios de TI es monitoreada 24/7, hay una entrega proactiva de análisis de la gestión y hay rendimientos.

Para ello, la vigilancia y control remoto deben incluir activos físicos y virtuales como el correo electrónico, los servidores, las aplicaciones, las plataformas de seguridad y hasta el uso de dispositivos móviles, entre muchos otros.

Las alertas automáticas deben estar siempre disponibles en las herramientas de supervisión, ya que permiten al personal técnico estar pendiente de un problema y actuar de inmediato, antes de que una situación se vuelva crítica.

El monitoreo remoto debe ser siempre 24/7, para evitar cualquier sorpresa —y si sobreviene, que se pueda resolver con una latencia mínima, incluso después de horas, lo que reduce el tiempo de inactividad y la pérdida de recursos.

VENTAJAS DE LA GESTIÓN DE ACTIVOS REMOTA

Con la gestión a distancia, cuestiones que afectan a una red serán reconocidas mucho antes de que el cliente sea consciente de que hay un problema.

Mediante la implementación de un correcto programa de gestión de activos e inventario, las empresas pueden obtener un mayor control y eficiencia con sus equipos y programas.

Este tipo de solución permitirá a una firma administrar activos específicos, realizar un seguimiento de su ubicación para asegurar que están presentes y funcionando, además de asegurar actualizaciones y nuevas implementaciones.

Un negocio nunca quiere experimentar interrupciones en su red. Mediante la implementación de una administración remota, los corporativos cuentan con el apoyo que necesitan para supervisar sus redes, disminuyendo el tiempo de inactividad no deseada.

Los beneficios de la utilización de este tipo de soluciones en la infraestructura de TI son sustanciales, sobre todo si se opta por un outsourcing especializad. El mayor de ellos es que al descargar el seguimiento día a día y las responsabilidades de gestión en el personal interno, se liberan para llevar a cabo actividades orientadas de manera más estratégica.

Al recurrir a un tercero para los servicios de gestión remota, se gana la capacidad de concentrarse en la innovación. La infraestructura se desarrolla sin problemas, dado que las políticas con respecto a la supervisión y gestión estarán en su lugar.

El “ruido” será filtrado de estas actividades, lo que significa que los problemas no críticos se dejan para después, y se privilegia aquellos que son potencialmente dañinos al negocio. Como resultado, la resolución de conflictos será más rápida, y el potencial de minimizarlos no toca el tiempo de inactividad.

Además, siempre podrá estar enterado del funcionamiento correcto de su red y equipos, donde se encuentre, debido a que hay aplicaciones remotas para conocer en que estado se está operando.

En estos tiempos de incertidumbre económica, dejar la gestión de la infraestructura en expertos externos ayuda a ahorrar recursos, además de que ayudan con el análisis de datos para mejorar las estrategias de trabajo, e impulsar la innovación.

Hay muchas razones para apostar por la gestión remota de los activos. Quizás sea una de las cosas más inteligentes que se pueden hacer por el negocio.